¡Hola, soy Alex!

Hola, soy Alex, Ingeniera Industrial de profesión y sanadora espiritual por vocación.

Desde el año 2010 inicié un camino de búsqueda y transformación que me llevó a formarme en TRE (Terapia de Respuesta Espiritual), Péndulo Universal, Radiestesia, además de adquirir conocimientos en MTCH (Medicina Tradicional China), Medicina Ayurvédica, Ángeles, Mandalas y Astrología.

Mi mentalidad abierta, mi curiosidad y mi manera práctica de ver la vida me impulsaron a desarrollar habilidades de sanación que no nacieron como un “don místico”, sino como una disciplina consciente.

Mi historia comenzó de manera tradicional: con creencias religiosas, metas claras, estudios, empresa, casa, carro, matrimonio e hijo. Pero mi inquietud interna siempre me llevó a cuestionar y a buscar algo más.

Después de diez años de casada —durante los cuales nunca planifiqué—, decidimos tener un hijo, aunque mi ginecóloga pensaba que era estéril. Tomé esta decisión con la certeza de que, si estaba destinada a ser madre, lo sería de forma natural. No iba a someterme a un proceso de fertilidad ni a un embarazo in vitro. Confié en mi intuición y emprendí un proceso con una sanadora muy reconocida que trabajaba con santos religiosos. Desde el primer momento sentimos una conexión especial. En una de nuestras sesiones me dijo que tenía el don de la sanación y que deseaba que fuera su sucesora. Un mes después, quedé embarazada. Para mí y mi familia fue un verdadero milagro.

¿Has vivido creyendo que el dinero es lo único importante? Y cuando lo consigues, ¿sigues sintiendo que necesitas más? ¿Sientes que no te llena, que no te completa?

Con el tiempo comprendí que tener éxito material, dinero, empresa, familia y estabilidad no era suficiente. Faltaba algo esencial: la paz interior, la calma, la plenitud real. Viví momentos de caos, dificultades económicas y problemas legales que me llevaron a tocar fondo y a reconocer que necesitaba un cambio profundo.

Fue entonces cuando la sanación espiritual se convirtió en mi camino de transformación.

La oración, la conexión con mi divinidad y el estudio de diversas técnicas moldearon una nueva versión de mí misma. Pasé de buscar fuera la “varita mágica” a descubrir que todo estaba dentro de mí: en la conciencia, en el amor propio y en la capacidad de integrar mente, emoción, cuerpo, espíritu y energía.

Mi mayor fortaleza es organizar procesos de sanación: unir, concretar y dar estructura a lo que parece intangible, para que cualquier persona pueda aplicarlo en su vida diaria de forma simple y transformadora.

Hoy acompaño a quienes sienten ese mismo vacío; a quienes, aunque tengan “todo” o no tengan nada, saben que algo les falta. Mi propósito es guiar a las personas a recordar su poder interior, sanar sus heridas y vivir en coherencia con su esencia —que es amor—, integrando lo espiritual con lo humano como un verdadero estilo de vida.

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